Menos arquitectura, más ciudad

Eduardo Prieto 
15/06/2018


Este jueves se ha clausurado en el Baluarte de Pamplona el congreso internacional ‘Menos arquitectura, más ciudad’. Es el quinto encuentro bienal que organiza la Fundación Arquitectura y Sociedad, tras ’Más por menos’ (2010), ‘Lo común’ (2012), ‘Arquitectura necesaria’ (2014) y ‘Cambio de clima’ (2016). Complementando a los anteriores —que propusieron enfrentarse a la crisis a través de la austeridad y la solidaridad—, el que acaba de terminar ha abierto un nuevo ciclo de congresos, que estarán centrados en la ciudad, lugar de libertad para el individuo pero también escenario de encuentro para la toda ciudadanía y territorio de los grandes retos a los que debe enfrentarse la civilización globalizada.

El evento contó con el apoyo organizativo de Arquitectura Viva, y, como en las ediciones de 2010 y 2016, fue inaugurado por el rey de España Felipe VI, en una ceremonia en la que también intervinieron Uxue Barcos, presidenta del Gobierno de Navarra, Carlos Solchaga, presidente de la Fundación Arquitectura y Sociedad, y Francisco Mangado, patrono fundador de la Fundación, amén de director del congreso junto a Luis Fernández-Galiano.

Abrieron los turnos de ponencias los escritores Eduardo Mendoza y Leonardo Padura. El consagrado autor de La ciudad de los prodigios y Premio Cervantes 2016 explicó que la literatura moderna ha convertido a lo urbano en su principal cantera de materiales, y confesó que su interés por las ciudades —principalmente en su ciudad natal, Barcelona, protagonista de sus novelas— está en su lado canalla y turbio, y en su capacidad de transformarse continuamente. Por su parte, el escritor cubano, a quien se debe la celebrada serie de novela negra protagonizada por Mario Conde y que es autor de otros complejos y exitosos relatos como El hombre que amaba a los perros, describió minuciosamente los escenarios de sus narraciones, que son fundamentalmente los de su entorno diario en un barrio a las afueras de La Habana, y explicó en qué medida su abordaje a temas locales y a escenarios urbanos contiene una insoslayable denuncia política.

La segunda sesión, titulada ‘El gobierno de las ciudades’, comenzó con una apasionada intervención de la alcaldesa de Madrid, que explicó, desde un punto de vista muy personal, sus políticas en la capital de España, se mostró convencida de que el futuro de las ciudades pasa por la participación, y sintetizó las características deseables para una urbe moderna en tres conceptos: solidaridad, sostenibilidad y creatividad. Complemento y, a la vez, pendant de Carmena fue la intervención de Joan Clos, exalcalde de Barcelona y ministro de Industria del Gobierno de España, que ha pasado los ocho últimos años en Nairobi como director ejecutivo de ONU-Habitat, el programa de Naciones Unidas destinado a la promoción de ciudades sostenibles, resilientes y prósperas. Tras exponer los retos que el crecimiento demográfico y urbano de Asia y África van a suponer para Occidente, Clos conminó a la construcción de una “política africana” para Europa, y propuso seguir avanzando para nuestro continente no pierda su carácter modélico, de manera que “Europa sea para el mundo lo que Escandinavia ha sido para Europa”.

Bajo el tema ‘Visiones urbanas’, la tercera sesión del congreso comenzó con la ponencia de Iwan Baan, el fotógrafo de arquitectura más reconocido del mundo, que, utilizando ochocientas imágenes, paseó al público por un tan personal como interesante viaje por los rincones del mundo, presentando de un modo impresionista distintos modos de entender la ciudad, desde los asentamientos informales de Lampala hasta las sorprendentes y milenarias arquitecturas excavadas de Etiopía. La arquitectura excavada fue precisamente el tema tratado en su ponencia por Dominique Perrault. El miembro de la Academia de Bellas Artes de Francia y celebrado autor de la Biblioteca Nacional de París propuso que el crecimiento de las ciudades deje de hacerse hacia arriba —el modelo del rascacielos— o en horizontal —el modelo del sprawl—, para pasar a extenderse hacia abajo, aprovechando el terreno disponible con el objetivo de liberar el plano del suelo para la ciudadanía. Ilustró sus tesis con una serie reciente de sus proyectos y obras que tienen un carácter subterráneo.

La cuarta sesión, celebrada ya en la segunda jornada del congreso, trató el tema de ‘La ciudad como proyecto’, y contó con las ponencias de dos reconocidas arquitectas, ambas profesoras de la Graduate School of Design de la Unversidad de Harvard: Farshid Moussavi y Belinda Tato. Autora de la ya mítica Terminal de Yokohama, Moussavi presentó una serie de proyectos recientes de su estudio que tienen una mayor impronta cívica y pública, con usos que van de lo comercial y cultural a lo residencial, y en ciudades diferentes, desde Londres a París. Moussavi explicó los modos en los que la “arquitectura en sí misma” se puede convertir en un actor social y defendió la flexibilidad espacial como un modo de hacer posible la inclusión de los diferentes modos de vida que exige la sociedad contemporánea. Por su parte, Belinda Tato, a través de una nómina de obras y proyectos en Madrid, Daca, Asunción y Miami, entre otras ciudades del mundo, explicó las estrategias que sigue su estudio, Ecosistema Urbano, a la hora de implicar a la comunidad en las decisiones que van a transformar de manera radical su entorno inmediato, y defendió el papel que los arquitectos pueden desempeñar en este proceso.

Con una conferencia sobre la identidad de las ciudades, Deyan Sudjic, reconocido historiador y crítico británico que actualmente es director del Museo del Diseño de Londres, dio comienzo a la quinta sesión del congreso, ‘La arquitectura de la ciudad’. Sudjic hizo un idiosincrásico y interesante repaso por la historia de la ciudad, incidiendo en el papel fundamental que, a su juicio, desempeñan las casualidades y azares en su desarrollo; una perspectiva antropológica que contrastó con el abordaje al problema de la forma de la ciudad propuesto por el segundo de los ponentes, Salvador Rueda, biólogo, sociólogo y director de la Agencia de Ecología Urbana de Barcelona. Tras presentar con datos escalofriantes el panorama del crecimiento demográfico y el consumo de recursos en los próximos veinte años —un consumo que achacó a las grandes ciudades—, explicó su enfoque para atajar gradualmente el problema: el ‘urbanismo ecosistémico’ basado en la reducción del consumo energético y en el desarrollo de la economía del conocimiento, y cuya herramienta fundamental es la llamada ‘supermanzana’, modelo que Rueda y su equipo vienen desarrollando desde hace años. Para terminar, Rueda instó a la adhesión al documento en el que se plantean y desarrollan estas ideas, la llamada ‘Carta de Barcelona’.

Jan Gehl y Jaime Lerner fueron los encargados de la última sesión del congreso, ‘Futuros urbanos, futuros humanos’. Mientras que Gehl, arquitecto y profesor danés que es autor de clásicos del urbanismo como Life Between Buildings y Cities for the People, explicó su principal idea-fuerza —reorientar el planeamiento urbanístico en favor del peatón y los ciclistas— y la ejemplificó a través de una serie de proyectos llevados a cabo en Europa, América y Australia, Jaime Lerner, el arquitecto brasileño que transformó como alcalde la ciudad de Curitiba y fue Gobernador del Estado de Paraná, se centró en la descripción, a través de casos concretos, de las herramientas de planeamiento de su singular ‘acupuntura urbana’: la capacidad de transformar radicalmente las ciudades a través de intervenciones específicas, acotadas espacialmente y controlables desde el punto social y económico. Una modelo, el de la acupuntura urbana, que hizo que la revista Time le incluyera en 2010 entre los 25 pensadores más influyentes del mundo.

Las conferencias se complementaron con una serie de conversaciones entre los ponentes y los moderadores —José Luis García Delgado, Javier Conde, Luis Fernández-Galiano, Ángela García de Paredes, Sandra Ollo y José María Ezquiaga—, que también llevaron a cabo entrevistas en profundidad con cada uno de los arquitectos invitados. Todas ellas se recogerán en el libro resumen del evento que Arquitectura Viva publicará este otoño, que se añadirá así a los que documentaron los congresos de 2010, 2012, 2014 y 2016. 

Fundación Arquitectura y Sociedad


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