Al sur de Reunión, una isla del archipiélago de las Mascareñas situado en el océano Índico, al este de Madagascar, se encuentra este edificio para la ciudad de Saint-Joseph, obra de la firma Co-Architectes liderada por Nicolas Peyrebonne.

Estableciendo una relación constante con su entorno, entre cañas de azúcar, vetiver y basalto, la construcción está envuelta en madera y elevada sobre una base pétrea. Abierto a una plaza destinada a acoger diferentes tipos de eventos, el diseño reinterpreta la arquitectura doméstica tradicional de la isla con una sucesión de espacios que diferencia el exterior público y el interior privado. Para aportar claridad al proyecto, el conjunto está fragmentado según los usos, mientras se diluyen los límites con extensiones al aire libre, terrazas y patios.

En un clima tropical, la gestión del confort térmico busca el equilibrio entre la temperatura del aire, su flujo y la humedad. La reducción del consumo energético aquí está basada en la ventilación natural, la orientación adecuada del conjunto dividido en diferentes unidades, el aislamiento y la protección solar mediante una piel de madera que evita el sobrecalentamiento, y la presencia constante de vegetación.