Ampliación del aeropuerto de Barajas, Madrid (en proyecto)
Richard Rogers  Estudio Lamela 

Ampliación del aeropuerto de Barajas, Madrid (en proyecto)

Richard Rogers  Estudio Lamela 


Desde que se abrió el tráfico en 1933, el aeropuerto de Madrid-Barajas ha sido de numerosas ampliaciones y modificaciones. Actualmente, el conjunto de edificios terminales de pasajeros está al límite de su capacidad, y por ello se convocó un concurso para la construcción de una nueva terminal separada de las actuales. Los criterios de economía, sencillez y, sobre todo, flexibililidad caracterizan la propuesta ganadora del concurso, convocado en 1996 y fallado en octubre de 1997. El proyecto de la nueva terminal es modular para que pueda adaptarse, con el apoyo de las restantes terminales, a las demandas del tráfico aéreo hasta el año 2010. El conjunto de bloques propuesto puede crecer en sus partes sin menoscabo de la integridad del conjunto, y actuando como elemento integrador de todas las infraestructuras que se están desarrollando o se han previsto en el Plan Barajas: nueva torre de control, nueva pista de vuelo, plataforma de aeronaves, estación de ferrocarril, etcétera. Al ser la arquitectura aeroportuaria una de las más consumidoras de energía, la preocupación medioambiental ha guiado todos los procesos de diseño: el aparcamiento y los edificios auxiliares se integran en el terreno para reducir su impacto visual; se ha introducido luz natural controlada para minimizar la necesidad de iluminación artificial; se han creado unos atrios con vegetación que seccionan las plataformas para generar espacios ‘de respiración’ para la terminal; y en la construcción se usarán materiales y componentes reciclados.

Una serie de consideraciones que buscan obtener el máximo rendimiento de estas nuevas instalaciones han introducido cambios respecto a la propuesta de concurso: al destinarse el edificio terminal únicamente a vuelos con países adscritos al tratado de Schengen, los niveles de pasajeros quedan reducidos de tres a dos; la parte central del satélite, donde operarán vuelos internacionales, debe ser de funcionamiento cien por cien flexible —para poder acoger aviones de cualquier procedencia y cualquier destino—, y ello ha conducido al desarrollo de tres niveles en su parte central; finalmente, el intercambiador de transportes, situado originalmente entre dos bloques de aparcamiento, queda adosado a la terminal. Pero estos cambios, aun siendo significativos, no han desdibujado los rasgos más característicos del proyecto original: las terrazas y cañones del conjunto de bloques de la terminal, que producen la alternancia de franjas de espacio construido con otras vacías; y la cubierta, cuya formalización evoca las alas de un gran pájaro a punto de emprender el vuelo...[+]


Cliente Client
AENA (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea)

Arquitectos Architects
Richard Rogers Partnership, Estudio Lamela 

Colaboradores Collaborators
Initec, TPS

Consultores Consultants
Anthony Hunt Associates, Initec, TPS 

Maqueta Model 
Jorge Queipo

Fotos Photos
Aurofoto