Con ocasión del 50 aniversario de la independencia del país, se reabrió el Parque Nacional de Mali, situado en Bamako, y se construyeron varios puntos de acceso, un restaurante y un centro deportivo. Revestidas con piedra local, las nuevas piezas se integran en su entorno gracias a su cuidadosa implantación y su ajustada escala.

El restaurante está situado en la parte más alta de una formación rocosa y se distribuye a lo largo de varios niveles. Dado el emplazamiento del edificio, el diseño se orientó fundamentalmente a captar en su interior las espectaculares vistas sobre el parque y un lago cercano. El centro deportivo, por su parte, se compone de tres pabellones que se organizan en torno a un patio interior. Gracias al uso de un mismo lenguaje plástico, el conjunto de las diferentes intervenciones tiene una imagen compartida, singular y reconocible en el parque. Todos los edificios están revestidos con piedra extraída en canteras cercanas, cuyo uso refuerza la identidad del lugar y ahorra costes constructivos. Las paredes de piedra proporcionan asimismo aislamiento térmico, ayudando a climatizar los espacios interiores. Los grandes voladizos de las cubiertas de chapa sombrean las fachadas y contribuyen también a acondicionar de manera natural los edificios.