El quiosco es un volumen a dos aguas que evoca el perfil reconocible de una casa en miniatura. Su piel exterior consiste en una chapa de acero de tres milímetros de espesor, en la que se ha introducido un patrón ornamental.

Dotado de un mecanismo de apertura que permite transformar la fachada en un reclamo publicitario, el quiosco puede actuar tanto como objeto aislado como en agrupaciones, adaptándose a diversos contextos en la ciudad.