Terremotos y naturaleza

Kengo Kuma 
31/08/2014



El 11 de marzo de 2011, un fuerte terremoto sacudió el este de Japón; como consecuencia, un inmenso tsunami arrasó el litoral y provocó la muerte de más de 20.000 personas. Aunque en ese momento no me encontraba en Japón, en ningún momento lo sentí como un problema ajeno, pues había proyectado numerosos edificios en Tohoku, una de las regiones afectadas. Inmediatamente intenté llamar a algunos de los clientes que tenía allí, pero la conexión telefónica no funcionó durante todo el día. Pasaron unas cuantas semanas hasta que pude contactar con ellos y confirmar que estaban bien. Durante ese tiempo de angustia y preocupación, no pude dejar de preguntarme cuál era la fuerza de la arquitectura. ¿En qué consiste realmente el trabajo del arquitecto?

Durante el siglo XX, las omnipresentes estructuras de hormigón y acero han constituido lo que podríamos denominar una ‘arquitectura fuerte’; y por el contrario, los edificios tradicionales construidos con madera, piedra o tierra se han considerado ‘arquitecturas débiles’ y obsoletas. Esta forma de ver y entender la arquitectura se extendió después del terremoto y el tsunami que arrasó Lisboa el 1 de noviembre de 1755, y que se cobró más de 50.000 vidas. El resultado fue que se culpó del desastre a la arquitectura vernácula de ladrillo, la traza urbana medieval y la estructura de la ciudad, condenados por su aparente ‘debilidad’...[+]


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